Por Abayarde RojoUn día como, hoy todas y todos los comunistas revolucionarios del mundo conmemoramos el nacimiento, hace 145 años, de uno de los grandes personajes de la historia: el camarada Vladimir Illich Ulianov, Lenin.
Son demasiadas las aportaciones del camarada Lenin a nuestra historia, de la clase obrera, para enumerarse todas en este breve homenaje. Sin embargo hay varias que se destacan: sus aportaciones teóricas para el entendimiento del funcionamiento del ya decadente capitalismo de su época, su inquebrantable tesón de lucha contra las innumerables tendencias burguesas y pequeñoburguesas que buscaban alejar al movimiento obrero revolucionario de su tarea histórica: el derrocamiento de la burguesía y la construcción del socialismo.
Pero sobre todo, su concepción organizativa del partido revolucionario, la cual logró convertir al Partido Bolchevique en vanguardia de la lucha política, primero durante la Rusia zarista, para luego durante la breve república burguesa de Kerensky, conducir a las masas campesinas y desposeídas, bajo la dirección de la clase obrera a la toma del poder en 1917.
A partir de ese momento las tareas fueron monumentales: la construcción del primer Estado obrero de la historia dentro de una coyuntura drámática: en medio de la Primera Guerra Mundial, con el ejército del Kaiser a las puertas de Petrogrado. Luego bajo el asedio e invasión de todas las potencias imperialistas de la época, con Alemania, Inglaterra, Francia, Estados Unidos a la cabeza la cual desembocó en una cruenta guerra civil que duró hasta 1922. Aun asi, y contra todos los pronósticos, la clase obrera rusa convirtió su Estado proletario en una potencia que mantuvo a raya el imperialismo por décadas.
Todas y todos los revolucionarios del mundo celebramos y emulamos el ejemplo del Camarada Lenin de la mejor forma posible: en el estudio del desarrollo actual del capitalismo putrefacto como herramienta de lucha, en el combate implacable contra el oportunismo y el liberalismo entronizado en el seno del movimiento obrero, en la construcción del Partido Comunista, independientemente de las condiciones que nos ha impuesto el capital financiero en su colonia, en contubernio con sus marionetas locales. Pero por encima de todo, en el convencimiento de que la Revolución socialista es inevitable.
¡Gracias camarada Lenin!
Fuente: El Abayarde Rojo/PrensaPopularSolidaria
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